sábado, 14 de junio de 2008

CANTO AL NILO

Enorme es tu pasado
insumiso mar de dos mareas.
Tu sinfonía de inquietos cocodrilos
dio marco al monolítico arquitecto;
las plegarias del hombre labraron su futuro
a partir del concepto que aprendiste de la vida,
tu sangre legamosa llenó las tierras de blancos
trinos vegetales;
tu mecanismo de cósmico impulso
llevó al África a través de eras
desde antes que a los toros venerara.
Pero cuánto dormiste;
cuarenta siglos fueron hasta el grito de coraje
que sólo estremeciera tu músculo atrevido.
Si hoy le canto al ayer de muerta piedra
y convoco los recuerdos de Tebas,
es que el presente aflora en tu pasado,
es que vive en la presa de Asuán
en el Suez reconquistado.
Canto al nuevo grito de tu garganta sonora,
al hondo retumbar de las pisadas solemnes
uniendo su destino en el polvo del desierto.
Canto a la mano sobria que estrecha su certeza
con la certeza inculta del último beduino.
Va el canto hacia los hijos que defienden tu suelo
con los firmes morteros de los rifles del pueblo.
¿Alguien puede afirmar sin sonrojarse
el triunfo de la fuerza sobre la fe del hombre?
Te admiro y te presento en tus almas sustanciales
con toda su justicia de arteria nutritiva,
te quiero porque hermano mi aurora con tu aurora
y en mis carnes se adentra la feroz mordedura de coloniales fauces
(decadentes mandíbulas celadores de Israel)
y retumba en mis sienes, en el clásico son,
el eco de las bombas que caen sobre tu hermano
rectilíneo y sosegado hermano artificial,
sin doblegar tu cielo de impávidas alburas.
Hoy que mi patria está llena de jalones huecos
y yo inicio mi pistola en hazañas menores,
tu epopeya acicatea mis ideales
espuela de la lucha nos recuerda
badajo de la furia más sublime.
Si tu impulso no emerge en las riberas del Plata
y es vano tu ejemplo para ahuyentar la modorra,
llevaré mis pupilas cargadas de tu esperma
para derramarlas sobre la tierra en derrota.
Al fin,
¿alguien puede afirmar sin sonrojarse
el triunfo de la espada sobre la fe del hombre?

ERNESTO GUEVARA LYNCH de la SERNA
EL CHE

No hay comentarios.: